Consejos Dentales para nuestros Hijos
Bueno, el interrogante de el dÃa de hoy es…
cuándo debo comenzar a preocuparme por la salud oral de mi hijo/a? Consejos proporcionados por la
Ortodoncia Rosario
Todos sabemos que lo más esencial para cuidar nuestros dientes es, simplemente, limpiarlos bien. Esto implica el cepillado tras cada comida, el empleo de la seda bucal y los controles periódicos con nuestro
dentista de Rosario .
¿Cierto? Puesto que bien, para nuestros pequeños es precisamente lo mismo. Solo que debemos asegurarnos de hacerlo , por el hecho de que los pequeños carecen de la motricidad precisa para adecentar sus bocas y cepillarse apropiadamente. Entonces…
¿¿en qué momento y de qué forma empezamos a adecentar los dientes de nuestros hijos???
Desde el nacimiento debemos adecentar su boca con una gasa húmeda tras cada toma de leche, asà sea maternal o bien de fórmula. Si bien todavÃa se discute si la leche materna genera o bien no caries; es esencial sostener su boca limpia, puesto que esto reduce la cantidad de bacterias en la boca y los va habituando a “sentir su boca limpia” y de esta manera va a ser más simple inculcar el hábito mientras que medran. Es muy esencial saber que los pequeños adquieren las bacterias que generan las caries desde el entorno, hasta los dieciocho meses. Por ende, si la mamá y el papá tienen una alta carga de bacterias (muchas caries, pobre higiene oral, presencia de sarro, etc) se las van a trasmitir a sus hijos pequeño al darle besos y –no lo hagan por favor!!!- chupetear sus chupetes y/o mamaderas.
Apenas sale el primer diente, cerca de los seis meses de edad, debemos empezar a cepillarlo suavemente. Esto se hace con un cepillo muy suavecito y singular para bebés
SIN PASTA, solo con agua. A esta edad asimismo empiezan a comer, con lo que el cepillado y la limpieza de las zonas donde todavÃa no hay dientes se hace todavÃa más esencial. Si bien no lo crean, he visto casos extremos donde el bebé tiene los pocos dientes de su boca, con caries.
A los dos años, es esencial que nuestros hijos ya hayan visitado al
dentista de Rosario. Lo idóneo ideal es hacerlo a lo largo del 1er año de vida, mas si no es posible, puede ser ahora. Esta visita no ha de ser traumática, como ciertas mamás piensan. En general solo se examina los dientecitos del pequeño, se le enseña el sillón y ciertos elementos a fin de que conozca y se inspecciona la higiene y los hábitos perjudiciales como mamadera o bien chupete, que puedan persistir.
Esta primera visita es muy esencial!!!!
Cerca de los cuatro años, podemos incluir pasta infantil en el cepillado. Mas ojo! esta ha de ser con
bajo contenido de flúor (quinientos ppm) y debemos supervisar que el pequeño no se la trague al enjuagarse. Esto es ideal que lo indique el dentista, por el hecho de que cambia conforme el sitio donde el pequeño viva, puesto que la cantidad de flúor en el agua no es igual en todos y cada uno de los paÃses y zonas. Asimismo debemos asistirnos con el empleo de seda bucal, sobretodo entre las muelitas, que están más apretadas y guardan restos de comida entremedio. De este modo eludimos la aparición de caries entre ellas, que son las más habituales en pequeños y al avanzar empiezan a ocasionar dolor
Algo súper esencial y que no todos y cada uno de los papás saben, es que el pequeño
NO DEBE DORMIRSE CON LA MAMADERA!!!! Bueno, lo idóneo es que dejen la mamadera por año y medio para prevenir malformaciones que requieran un siguiente tratamiento de ortodoncia, mas eso es otro tema…. El punto es que en lo relativo a la prevención de caries , dormirse con la última mamadera es lo peor del planeta. Piénsenlo: la mamadera por norma general contiene leche (muy frecuentemente con saborizantes y/o azúcar), que continúa en la boca toda la noche y produce las condiciones inmejorables a fin de que las bacterias “
se coman” sus dientecitos. Demás está decir que esto corre para cualquier lÃquido azucarado que pongamos en la mamadera del pequeño. Eviten lo más que puedan las mamaderas con jugo azucarado, bebidas o bien té, a cualquier hora del dÃa.
Finalmente, mas no menos importante: ¿qué hacemos con los dulces, que tanto le agradan a los pequeños? Bueno, todos 2 sabemos que se debe limitar el consumo de
gominolas para prevenir las caries; mas no todos están al tanto de que lo realmente esencial es la frecuencia del consumo. Es decir, no es tan esencial la cantidad de gominolas (dulces o bien salobres) que el pequeño coma, como en qué momento lo hace. Es mil veces mejor que se coma 1 kilogramo de dulces (estoy exagerando, evidentemente) y después se cepille los dientes, a que esté todo el dÃa con un dulce en la boca y no se cepille los dientes después. De ahà que – si el pequeño está bien de peso- podemos dejarle el consumo de gominolas, mas debemos procurar que sean den instantes concretos, como el postre. Lo esencial es que se cepille los dientes tras hacerlo. ¿Se comprende?
Entonces, puesto que sabemos que lo más esencial para prevenir las caries en nuestros retoños es la adecuada higiene y el consumo controlado de gominolas, pongámoslo en práctica desde ahora.
Consejos proporcionados por
http://www.darodontologia.com.ar
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